Es cada vez más frecuente en la actualidad que niños y adolescentes sufran ansiedad o depresión, así como una baja autoestima. Esto se debe en gran parte a las características de nuestra sociedad actual, que dificulta aceptar que no podemos tenerlo todo y contribuye a la falsa idea de que no hay límites para el disfrute.
Los niños se ven presionados a cumplir con los modelos impuestos, especialmente por las redes sociales, para sentirse aceptados entre sus iguales o cumplir las expectativas que perciben en sus padres. El empuje continuo a la actividad, logros, dar la talla, a un cuerpo perfecto, etc. que el mercado vende como solución para ser feliz, nos mete a todos en una deriva de aceleración e hiperactividad. Los niños acusan esta presión porque están, especialmente los adolescentes, en etapa de definirse y hacerse preguntas importantes, pero no se les da el tiempo necesario para que lo hagan.
En el Centro trabajamos para que encuentren su espacio y tiempo personal para preguntarse y buscar sus propias respuestas a lo que ellos quieren, no a lo que la sociedad les dice que han de querer y cómo conseguirlo de inmediato.
A lo largo de nuestra experiencia hemos comprobado que este espacio y tiempo que les proporcionamos les ayudan. Vemos cómo nuestro acompañamiento a ellos y a sus padres les permite ordenarse, salir del bucle en que estaban y aliviar, consecuentemente, sus síntomas. Incluso en casos más graves, con diagnósticos complicados que requieren terapia durante años, valoramos mucho ciertos logros que, aunque desde afuera parezcan pequeños, sabemos que para esos niños en particular, dentro de las dificultades que su estructura mental conlleva, significan mejorías sustanciales para afrontar su vida.
Por eso, en general, estamos satisfechas con el trabajo que estamos desarrollando y animamos a los padres a tomar en cuenta esta oportunidad para sus hijos cuando detectan un malestar en ellos que escapan a sus posibilidades como padres.
Un trabajo terapéutico iniciado a tiempo puede prevenir complicaciones posteriores.